Este es un documento excepcional, grabado por un refugiado sirio que ha cruzado de Turquía a Grecia con su familia.

Es el mismo camino que siguen miles de sus compatriotas. La travesía de Alí comienza en una lancha neumática en una playa de Bektash en Turquía. El objetivo es Lesbos. El trayecto previsto, una hora, si todo va bien y el mar está tranquilo. Las condiciones no son siempre así de idóneas. Cuando no lo son, los muertos se convierten en titulares de prensa.

Todo el viaje está bien encuadrado por los traficantes que, en este caso, tienen cómplices en Grecia. Poco antes de llegar a Lesbos, aparece otra lancha con una pareja que guía a los desplazados hasta tierra firme. 60 minutos después, el grupo está en Europa. Y nadie ha muerto. Esta vez.

Los traficantes regresan a Turquía donde esperan más personas para cruzar el estrecho. Y vuelta a empezar.

Otro grupo tuvo menos suerte que el de Alí y fueron rescatados en las aguas de Lesbos cuando su lancha se estaba hundiendo.