La desesperación mantiene el ritmo de tragedias en el Mediterráneo, Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM) más de 30 inmigrantes han muerto en el naufragio de una embarcación en la que iban unos 140 somalíes, sudaneses y nigerianos.

Seis horas después de salir de una playa de Misrata, en Libia, el bote empezó a deshincharse y el pánico se apoderó de los inmigrantes que empezaron a saltar al agua.

Por el momento sólo se ha rescatado un cuerpo y unas cincuenta personas están desaparecidas. Los supervivientes fueron trasladados a un centro de acogida en la isla de Lampedusa (Italia).

Al mismo tiempo, en otro rescate, los guardacostas italianos localizaron a un bebé que había nacido poco antes del naufragio.

Y en la isla griega de Lesbos, unos 200 inmigrantes se han manifestado en el puerto después de que se les impidiera embarcar en un ferry en dirección a Atenas. La violencia ha ido creciendo cuando los inmigrantes han lanzado piedras a los policías.

El Gobier