Ucrania da pasos atrás desde los acuerdos de Minsk
- hace 10 años
Kiev se plantea suspender la autonomía de las regiones del este. El Consejo de Seguridad y Defensa Nacional se ha reunido este martes para estudiar el proyecto, que deberá ser aprobado por la Rada.
La ley de autogobierno de Donetsk y Lugansk fue aprobada por el Parlamento conforme a los acuerdos alcanzados en Minsk el pasado 5 de septiembre para el arreglo de la crisis ucraniana.
Aunque la OTAN y la Unión Europea han vuelto a insistir en que el diálogo es la única puerta posible, a Petro Poroshenko, el presidente ucraniano, se le acaba la paciencia: “No excluyo que el resultado de la reunión de hoy pueda traducirse en el refuerzo de los puestos fronterizos para restringir los movimientos de aquellos que supongan una amenaza mandando grupos de reconocimiento y de sabotaje”, ha expresado Poroshenko.
La investidura del líder rebelde prorruso Alexandr Zajárchenko como ‘cabeza’ de la autoproclamada república popular de Donetsk tras ganar las elecciones el domingo, y la de Ígor Plotnitski como ‘cabeza’ de la de Lugansk ha sido la gota que ha colmado el vaso. Estos comicios han sido solamente reconocidos por Rusia y rechazados por Kiev y Occidente.
La ley de autogobierno de Donetsk y Lugansk fue aprobada por el Parlamento conforme a los acuerdos alcanzados en Minsk el pasado 5 de septiembre para el arreglo de la crisis ucraniana.
Aunque la OTAN y la Unión Europea han vuelto a insistir en que el diálogo es la única puerta posible, a Petro Poroshenko, el presidente ucraniano, se le acaba la paciencia: “No excluyo que el resultado de la reunión de hoy pueda traducirse en el refuerzo de los puestos fronterizos para restringir los movimientos de aquellos que supongan una amenaza mandando grupos de reconocimiento y de sabotaje”, ha expresado Poroshenko.
La investidura del líder rebelde prorruso Alexandr Zajárchenko como ‘cabeza’ de la autoproclamada república popular de Donetsk tras ganar las elecciones el domingo, y la de Ígor Plotnitski como ‘cabeza’ de la de Lugansk ha sido la gota que ha colmado el vaso. Estos comicios han sido solamente reconocidos por Rusia y rechazados por Kiev y Occidente.