Testigos de una masacre

  • hace 10 años
Nayef Jasem ha sido uno de los pocos que ha podido contar lo sucedido en la aldea de Kocho, cerca de Sinyar. El viernes, los yihadistas ejecutaron a todos lo hombres por no convertirse al islam.

“Separaron o a las mujeres y niños de los hombres. Llevaron a las mujeres y niños a una parte y a los hombres a otra. Después cogieron todo lo que tenían, sus documentos, su oro, sus cosas. Se llevaron a los hombres en coches fuera del pueblo y los mataron a todos hasta que no quedó ni uno. Luego cogieron a las mujeres y se las llevaron a algún lugar cerca de Sinyar, no sé dónde”, cuenta Jasem que ha perdido, al menos, a tres de sus hijos.

Nadie sabe con exactitud el número de muertos en las ejecuciones. Algunos hablan de decenas y otros de centenares, en su mayoría yazidíes. La aldea de Kocho ha quedado desierta.

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