Se reanudan en Brasil las protestas multitudinarias contra el Mundial de fútbol
  • hace 10 años
Los brasileños han reanudado las protestas contra el Mundial de Fútbol a pocas semanas de que comience y a cuatro meses de las presidenciales.

Con la economía al ralentí tras una década de crecimiento continuo, una inflación persistente, menos inversiones y cada vez más criminalidad, el descontento social aumenta sin cesar.

El 15 de mayo, Jornada Internacional de Resistencia contra el Mundial de Fútbol, tuvo una respuesta multitudinaria:

Leandro Fontes. Profesor:
“Cuestionamos el dinero gastado en el Mundial. Brasil tiene deficiencias en el ámbito de la sanidad, de la educación, hay problemas de vivienda. En realidad, el objetivo de la protesta es que el Gobierno entienda que tiene que invertir en esas prioridades”

El estadio de Itaquera, en Sao Paulo, ha costado unos 330 millones de euros. Aquí se celebrará el partido inaugural del Mundial, si está listo a tiempo. Este 15 de mayo, es el objetivo de la cólera del Movimiento de los Sin Techo y de las cerca de 2.500 familias que ocupan un terreno cercano. Se calcula que 170 mil familias han sido desalojadas a causa de este Mundial y de los Juegos Olímpicos de 2016.

Simone Pedra. Movimiento de Trabajadores Sin Techo:
“Es vergonzoso, realmente vergonzoso. No el estadio en sí, sino el hecho de que se haya gastado tanto en su construcción, que además, ha provocado una subida de los precios de los alquileres en la zona, y todo ello sin tener unos servicios sanitarios decente en la región. No tenemos quirófanos básicos, ni hospitales, ¿por qué? porque en vez de invertir en sanidad y educación, han invertido en estas obras que lo único que han hecho es agravar los problemas de vivienda “.

En esta favela de Río, la ONG Rio de Paz ha organizado esta protesta: las clases de los niños en plena calle para denunciar la falta de medios destinados a su educación.

Antonio Costa. Presidente de la ONG “Rio de Paz”:
“Lo que queremos es que los organismos públicos nos traten como a Valcke y a Blatter. Ellos vienen aquí, pegan un puñetazo en la mesa y establecen objetivos y plazos, cosa que nosotros, como brasileños, no podemos hacer. Tenemos que lidiar con los peores servicios públicos sin perspectivas de que las cosas vayan a cambiar”.

La prioridad que se le da al fútbol en detrimento incluso de la educación de los niños llega al extremo de cerrar algunas escuelas durante el Mundial para facilitar el tráfico, una situación que encoleriza a los brasileños.
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