Al menos 50 heridos en los disturbios registrados durante la jornada electoral en Argelia
- hace 10 años
“Régimen asesino”.
Es lo que gritaban estos jóvenes argelinos, que han quemado neumáticos y bloqueado calles en la ciudad de Rafur, a 120 kilómetros de Argel.
Protestaban así contra las elecciones presidenciales de ayer, que consideran parte de un sistema dictatorial y continuista en el que no se ven representados.
“No apoyamos a nadie. No estamos ni con Buteflika ni con Benflis. Estamos hartos de este sistema, de este autoritarismo. Estamos hartos de todo aquí en Argelia”.
Unas cincuenta personas resultaron heridas aquí y en la localidad de Haizer, en los enfrentamientos de los antidisturbios con los manifestantes que intentaron suspender la votación por la fuerza.
“La gente rechaza estas elecciones en todos los sentidos. No son unas elecciones, es una farsa”.
El rechazo a estos comicios queda reflejado en la escasa participación, de solo un 51,7 por ciento, la más baja desde la llegada al poder de Abdelaziz Buteflika en 1999.
Porque Buteflika, de 77 años y con las facultades muy mermadas por un derrame cerebral, estrenará un cuarto mandato como presidente como más que seguro ganador de estas elecciones.
El segundo candidato en liza, su exprimer ministro Ali Benflis, ha advertido, sin embargo, que no tolerará elmenor indicio de fraude.
Es lo que gritaban estos jóvenes argelinos, que han quemado neumáticos y bloqueado calles en la ciudad de Rafur, a 120 kilómetros de Argel.
Protestaban así contra las elecciones presidenciales de ayer, que consideran parte de un sistema dictatorial y continuista en el que no se ven representados.
“No apoyamos a nadie. No estamos ni con Buteflika ni con Benflis. Estamos hartos de este sistema, de este autoritarismo. Estamos hartos de todo aquí en Argelia”.
Unas cincuenta personas resultaron heridas aquí y en la localidad de Haizer, en los enfrentamientos de los antidisturbios con los manifestantes que intentaron suspender la votación por la fuerza.
“La gente rechaza estas elecciones en todos los sentidos. No son unas elecciones, es una farsa”.
El rechazo a estos comicios queda reflejado en la escasa participación, de solo un 51,7 por ciento, la más baja desde la llegada al poder de Abdelaziz Buteflika en 1999.
Porque Buteflika, de 77 años y con las facultades muy mermadas por un derrame cerebral, estrenará un cuarto mandato como presidente como más que seguro ganador de estas elecciones.
El segundo candidato en liza, su exprimer ministro Ali Benflis, ha advertido, sin embargo, que no tolerará elmenor indicio de fraude.