La seguridad de las bases militares de EEUU, en entredicho tras el tiroteo de Fort Hood
- hace 10 años
El tiroteo de Fort Hood no sólo ha dejado tras de sí una estela de muerte. El suceso registrado el miércoles en Texas ha puesto de manifiesto un grave problema de seguridad en las bases militares estadounidenses. En el último medio año, se han producido tres tiroteos.
Se investiga cómo un soldado de la base pudo utilizar un arma sin registrar y los motivos que le llevaron a matar a 3 de sus compañeros y herir a 16.
“Todo tiroteo es preocupante. Obviamente, éste reabre las heridas de lo que pasó en Fort Hood, hace cinco años”, dice el presidente Barack Obama. “Todavía no sabemos lo que sucedió, pero, obviamente, la sensación de seguridad se ha roto una vez más. Y vamos a llegar hasta el fondo de lo que pasó”.
Pese al aumento de las medidas de seguridad tras el tiroteo de 2009, que costó la vida a 13 personas, el autor del ataque del miércoles fue capaz de abrir fuego en dos edificios de la base antes de suicidarse, cuando se vio acorralado por la policía militar.
El atacante era un excombatiente de Irak y padecía estrés postraumático. Había llegado a Fort Hood en febrero pasado.
Se investiga cómo un soldado de la base pudo utilizar un arma sin registrar y los motivos que le llevaron a matar a 3 de sus compañeros y herir a 16.
“Todo tiroteo es preocupante. Obviamente, éste reabre las heridas de lo que pasó en Fort Hood, hace cinco años”, dice el presidente Barack Obama. “Todavía no sabemos lo que sucedió, pero, obviamente, la sensación de seguridad se ha roto una vez más. Y vamos a llegar hasta el fondo de lo que pasó”.
Pese al aumento de las medidas de seguridad tras el tiroteo de 2009, que costó la vida a 13 personas, el autor del ataque del miércoles fue capaz de abrir fuego en dos edificios de la base antes de suicidarse, cuando se vio acorralado por la policía militar.
El atacante era un excombatiente de Irak y padecía estrés postraumático. Había llegado a Fort Hood en febrero pasado.