(Video) José Vicente Hoy Los Confidenciales 16.02.2014 (4/4)

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“Nos mantendremos en la calle hasta el final del gobierno” (titular de primera página de El Nacional del pasado martes 11-02-14. Parecida a la del mismo diario en su edición extra del 11 de abril de 2002: “la batalla final será en miraflores”, a lo cual se agrega el titular mentiroso del pasado jueves 13: “manifestación por la paz fue atacada por violentos”).

A menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales colombianas, el presidente Juan Manuel Santos aventaja a sus contrincantes, pero sigue planteada, dicen los comentaristas del vecino país, una atípica tendencia: los colombianos aun no saben por quien votar. Un cincuenta por ciento, repartido en 27% de voto en blanco y 23% que no sabe por quien hacerlo o no responde.

En el resultado de la encuesta más confiable realizada a finales del mes de enero, Juan Manuel Santos aparece en la consulta con el 25%; Oscar Zuluaga (candidato de Álvaro Uribe) con el 8%; clara lópez, 6%, Enrique Peñalosa, 6%; Marta Lucía Ramírez, 4%; Aida Abella, 1%. Actualmente uno de cada cuatro votos es en blanco y se da el caso curioso de que mientras Uribe sube, su candidato baja. En otras palabras, que el uribismo cuenta con votos para obtener una elevada representacion parlamentaria, pero quien lo represente como candidato presidencial (caso Zuluaga), carece de arrastre. Está demás agregar que esta elección en Colombia es vital para Venezuela. De ser reelecto santos estaria garantizada la continuidad del proceso de buenas relaciones de las dos naciones. De no ser así, y se impone un candidato uribista, ese proceso se veria afectado. Lo mismo si ese voto le confiere Uribe el control del parlamento.

En el ambiente de la MUD donde imperan las aspiraciones grupales, partidistas e individuales, mantener la unidad interna es tarea difícil que desborda la autoridad del Coordinador General Ramón Guillermo Aveledo y al desgaste que se observa de la figura de Capriles Radonski. Para los analistas la MUD es hoy una auténtica olla de presión y los pronósticos en cuanto a la continuidad de su existencia orgánica y política que hasta ahora encarnó son sombríos. Consideran que sus días están contados.

Sin duda que lo que más inquieta y provoca enfrentamientos internos en la MUD, es el tema del dialogo. Resulta curioso que esto ocurra cuando hay consenso en el país de impulsarlo, lo que confirmaría la distancia que existe entre el liderazgo opositor agrupado en la MUD y la mayoría nacional. Fenómeno éste que es una constante en el comportamiento del sector. Pero lo cierto es que el planteamiento sobre el dialogo se impone por lógica, ya que frente a él no hay otro con mayor carga para convencer a los ciudadanos. Esto quedó demostrado inmediatamente después de las elecciones municipales del 8 de diciembre que permitieron que aflorara un sentimiento favorable a la distensión y de rechazo a la polarización. El más contundente argumento a favor del dialogo es que rechazado éste, y con la crispación que genera la polarización