Arranca la cumbre de Vilna marcada por la espantada de Ucrania a la firma del Acuerdo de Asociación con la UE

Arranca en Vilna en un ambiente frío como el hielo la cumbre de la Asociación Oriental, una cita en la que la UE y seis exrepúblicas soviéticas discutirán sobre el futuro de este programa de cooperación que tantos recelos ha levantado en Rusia.

El inicio de la cumbre está marcado por la negativa de última hora de las autoridades ucranianas a firmar un Acuerdo histórico de Asociación con la Unión Europea. Con el telón de fondo de las presiones de Moscú, que quiere que Ucrania se sume a su propia unión aduanera, los representantes de la UE harán un último esfuerzo para intentar cambiar la opinión del presidente ucraniano, Víctor Yanukovic… aunque en la balanza del poder parece pesar mucho más la dependencia energética y financiera de Rusia que el descontento del cuarenta y uno por ciento de la población que, según las encuestas, anhela con ingresar un día en el club de Bruselas.

Además de Ucrania, a la capital lituana han acudido los representantes de Azerbaiyán, Armenia, Bielorrusia, Georgia y Moldavia. Este último país firmará, probablemente mañana, un Acuerdo de Asociación con una Unión Europea que levanta pasiones entre su población.